Ya sabemos qué son los probióticos: microorganismos beneficiosos para los consumidores. Pero,
¿qué efecto tienen estos y qué nos pueden aportar? Uno de los efectos más conocidos de los probióticos es que ayudan a equilibrar (recuperar) la flora intestinal destruida por los antibióticos. Además de esto, también tienen otros efectos beneficiosos que explicará a continuación.
En primer lugar, los
probióticos ayudan a digerir la lactosa,
un azúcar presente en la leche el cual es no es digerible. Una mala digestión
de la lactosa causa síntomas como la producción de gas, calambres, dolor y
distensión abdominal, y diarrea osmótica. Aproximadamente el 75% de la
población adulta mundial tiene una digestión incorrecta de la lactosa (intolerancia a la lactosa), generalmente debido al bajo nivel de lactasa. La lactasa es la enzima encargada de romper la lactosa transformándola
en la forma digerible (en glucosa y galactosa). Ahora, ¿cómo contribuyen los
probióticos a solucionar este problema? Pues porque los productos lácteos
fermentados, aunque también contienen lactosa, presentan microoganismos que producen
lactasa y además, estos productos tienen una textura más sólida que la leche.
Esto permite que sean digeridos más lentamente permetiendo que las lactasas
puedan actuar mejor contra la lactosa que esté presente.
Otro efecto
destacable es que ayudan a reducir el
nivel de colesterol. El colesterol es una sustancia grasa necesaria para el
organismo ya que forma parte de las membranas de las células pero un exceso de
este puede producir aterosclerosis (acumulación de grasas en el interior de las
arterias). Los probióticos son capaces de utilizar el colesterol para su funcionamiento
y así disminuir el nivel de este en la sangre. Además, impiden que las sales
biliares – las cuales ayudan a la digestión de los lípidos en el intestino y
son producidos a partir del colesterol en el hígado – sean reabsorbidos por el
intestino, que es lo que haría normalmente, sino que sean excretados. De esta
manera, el hígado tendrá que hacer de nuevo estas sales a partir del colesterol
de la sangre haciendo que su nivel disminuya.
Los probióticos
también ayudan a tratar la diarrea, ya que presentan ciertas sustancias antibacterianas que actúan
contra las bacterias dañinas que alteran el tracto digestivo causando la diarrea.
Además, aumentan la producción de ácidos grasos haciendo que el tracto
digestivo se vuelva más ácido haciendo la vida difícil a las bacterias dañinas y mantener un buen funcionamiento de la mucosa intestinal.
Otros estudios han
mostrado que los probióticos también tienen efectos antihipertensivos para los consumidores, y abre la puerta a
un posible uso como prevención de la manifestación temprana de la hipertensión,
e incluso formar parte de tratamientos para controlar la hipertensión. Para aquellos
que quieren saber más sobre estos estudios realizados, haz clic aquí.
A parte de todo
lo comentado anteriormente, los probióticos también pueden actuar en la prevención de alergías. Esto se basa en
la “hipótesis de la higiene”, la cual afirma que el exceso de higiene en los
países desarrollados reduce la tasa de enfermedades infecciosas, a la vez que
retrasa el contacto de los niños con los microorganismos, haciendo que tengan
mayor riesgo de alergia (trastornos en el sistema inmune). El suministro de
probióticos podría ayudar a equilibrar esta alteración del sistema inmune. Sin
embargo, estos efectos suelen estar limitados a las etapas iniciales de la vida
y se requieren más estudios para concretar el funcionamiento.
Las bacterias del
ácido láctico, específicamente los lactobacilos, son dominantes en la flora
microbial del tracto vaginal en las mujeres sanas, actuando como una barrera
para proteger contra los patógenos. Como habíamos visto en la entrada anterior,
los lactobacilos son el tipo más común de bacterias probióticas, así que el
consumo de éstos ayudará a la protección
del tracto urogenital. Para saber más haz clic aquí.
Por último, algunos
grupos de investigación han demostrado que algunas bacterias probióticas son
capaces de desactivar sustancias que causan el cáncer del colon, reduciendo el
riesgo de sufrirlo. Es decir, que éstos podrían tener también un efecto de prevención del cáncer del colon, aunque
esto aún está en estudio. Para ver el artículo que publicaron sobre los
estudios realizados haz clic aquí.
Con esto acabamos
el post de hoy! Nos vamos con más conocimiento sobre los efectos que los
probióticos nos aportan. Aún así siempre hemos de tener en cuenta que muchos de
los efectos mencionados requieren aún más investigación, con lo cual puede ser
que haya funciones que no he mencionado o que aún están por descubrir. ¡Hasta
la próxima entrada!
Imágenes:
1. Rentnarb
7. alphabetMN








No hay comentarios:
Publicar un comentario